El corredor del Parque Nacional del Cocuy tiene una ubicación geográfica estratégica, tanto en lo ambiental como en lo territorial, por la conexión que facilita el cruce de caminos antiguos en lejanos territorios, comunicando el Río Magdalena con los Llanos Orientales. Lo integran los municipios de Boavita, Chiscas, Chita, Cubará, El Cocuy, El Espino, Guacamayas, Güicán, La Uvita, Panqueba y San Mateo en Boyacá; Carcasí, Concepción y Macaravita en Santander; La Salina y Sácama en Casanare y Tame, en Arauca.
Según el censo DANE 2018, en este territorio viven alrededor de 21.879 indígenas de los pueblos U'wa, Betoy, Hitnu, Macaguan, Inga, Sikuani, Sáliba, Piapoco, Wamonae, Tsiripu, Wipijiwi, Amorua. Hay 35 resguardos legalmente constituidos con aproximadamente 558.079 hectáreas.
Municipios de este corredor eran incluidos en las rutas de itinerancia de todas las Kumpañy y organizaciones del pueblo Rrom Gitano, es decir: las Kumpañy de Cúcuta, Envigado, Girón, Pasto, Sabanalarga, Sahagún, Sampués, San Pelayo, Tolima y las organizaciones Prorrom y Unión Romaní de Bogotá.
La primera guerrilla en llegar aquí, a finales de los setenta, fue el ELN, por medio del Frente Domingo Laín, que inicialmente entró en Boyacá y después se extendió a Casanare y Arauca, haciendo uso de los caminos ancestrales que conectan con Norte de Santander.
Las FARC entraron con el Frente 10 que, aunque fue creado en marzo de 1978, sólo hasta comienzos de los ochenta entra a Arauca y se convierte en un “frente madre” de otras estructuras de esa guerrilla en este corredor. Primero, el Frente 10 desdobló una compañía para crear el Frente 28, que entró a Casanare y tuvo influencia en el norte de Boyacá. Después, en enero de 1986, puso algunos de sus hombres para que naciera el Frente 38, en límites entre Boyacá y Casanare. Y, por último, por cuenta del desdoblamiento del 10, también nace en septiembre de 1987 el Frente 45, para que cubriera el occidente de Arauca y el norte, centro y occidente de Boyacá.