En medio de un ambiente agitado por las tomas de tierras y la represión de los terratenientes, algunos líderes del pueblo Nasa de Cauca y Tolima buscaron protección en el M-19. A cambio de las armas para formar autodefensas, algunos indígenas aceptaron que esta guerrilla estuviera en Tierradentro, municipios de Páez e Inzá, en el Cauca, de histórica presencia rebelde. No todos estuvieron de acuerdo con la lucha armada. Unos consideraban que debían estar al márgen de las guerrillas y que establecer contacto con ellas o tolerarlas les traería consecuencias negativas, mientras que para otros armarse fue visto como una opción en ese momento.
Excombatientes del movimiento Quintín Lame le dijeron a la Comisión de la Verdad: «A los indígenas nos sacaron de nuestros territorios ancestrales, de las planicies de las tierras productivas y posteriormente nos mandan a esos riscos, a esos páramos de lo que hoy estamos viviendo y también de esos territorios nos quisieron sacar. La única vía de defenderse fue por la vía de las armas. La organización estuvo apoyada por jóvenes que de una u otra manera han salido de las universidades. El primer comandante fue un compañero no indígena, un compañero mulato, si lo podemos llamar de esa manera». (Entrevista 070-CO-00733. Excombatiente, hombre, Quintín Lame)
Sin embargo, este grupo que en un principio se creó para defender a las comunidades y líderes indígenas, también generó hechos de violencia en el propio territorio: «De pronto comenzaron a matar a los brujos y se sabe que los llamados brujos eran los mismos médicos tradicionales, y que tenían problemas políticos, problemas de competencia. Entonces cuando el Quintín se metió en eso de eliminar médicos tradicionales, la gente que acudía a esos médicos comenzó a tenerle odio al Quintín». (Entrevista 070-CO-00733. Entrevista colectiva a excombatientes del movimiento armado Quintín Lame (MAQL) y sus familiares).