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Región Valle del Cauca y norte del Cauca

CAPITULO VI

La esperanza de la paz y el búmeran de la guerra
( 2016-2020)

La esperanza de la paz y el búmeran de la guerra
( 2016-2020)

Líderes y lideresas campesinas, así como las autoridades étnicas, se han convertido en objetivo de violencia por parte de todos los actores armados debido a sus acciones de control territorial y el rechazo a los cultivos de uso ilícito y el tráfico de droga en sus territorios

Profundización

Contenido cualificado que amplía la temática.

No repetición

Polifonía

Voces y relatos que complementan la temática.

El compromiso de los pueblos étnicos con la paz

Profundización

Contenido cualificado que amplía la temática.

La resistencia incansable

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  • Despues de padecer las garras de los Pájaros de La Violencia, los pequeños propietarios de tierra fueron asfixiados por el poder económico de las grandes haciendas agroindustriales. Algunos emigraron; otros se emplearon como cortadores de caña. Ir al capítulo

  • Ya en los 70, llegaron las siglas de sangre de las guerrillas –Farc, ELN, M-19– y aparecieron los traficantes de cocaína del Norte del Valle, pioneros del negocio en Colombia. La resistencia popular se consolidó con organizaciones como el CRIC. Ir al capítulo

  • En los 80 y 90, se enseñorearon aún más guerrilleros y narcotraficantes. Mientras las Farc asesinaban indígenas, los mafiosos aprovecharon la quiebra de los pequeños cultivadores para apoderarse de las tierras y habilitarlas para la ganadería. Ir al capítulo

  • Farc y Cartel de Cali siguieron siendo dos volcanes en erupción. En 2002, las Farc secuestraron a 12 diputados del Valle del Cauca. La captura de los jefes del Cartel originó una sangrienta disputa por su control. Surgió el Bloque Calima de las AUC. Ir al capítulo

  • ocuparon nuevas bandas ligadas también al narcotráfico. Replegadas por la Seguridad Democrática, las Farc se degradaron más y se dedicaron de lleno a la criminalidad común. Ir al capítulo

  • El Acuerdo de Paz con las Farc, aunque aplacó la tormenta, no ha traído tampoco la calma completa a la región. Sus disidencias han seguido alimentando los vientos de guerra. Pero los campesinos mantienen la resistencia y avizoran un futuro mejor. Ir al capítulo