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Región Amazonía

CAPITULO I

Los rastros indelebles de la historia

Los rastros indelebles de la historia

El jaguar contempla. Ve a un joven del pueblo indígena bora cerca del río Mirití-Paraná. Vive cerca del Puerto María Manteca. El joven saca un bagre dorado del agua. Lo guarda en su canasta porque debe llevarlo a la Colonia Penal Araracuara, para la cual a él y a muchos miembros de su familia les ha tocado trabajar.

Profundización

Contenido cualificado que amplía la temática.

Breve introducción a la región Amazónica

El jaguar ve. Puede observar los recuerdos del joven. Recuerda que los primeros blancos que llegaron fueron los que buscaban explotar la quina y el caucho. Llegaron por los ríos, en barcos de vapor. Luego torturaron y explotaron a miles de indígenas. El jaguar sabe. Las llantas, que se necesitaban en el mundo blanco, vienen del caucho y el caucho es la savia que brota de la corteza del “árbol que llora”. El caucho fue lo que vinieron a buscar Benjamín Larragniana, Crisóstomo Hernández y Julio César Arana. El mismo Arana que en 1904 compró las caucherías de la región y justificó el endeude y la “cacería” de cerca de 50.000 hermanos murui, nonuya, muinane, andoque, bora, ocaina y miraña, diciendo que eran salvajes. El jaguar recorre el tiempo. Mientras ve al joven, viaja al pasado para seguir observando las heridas del territorio. Ve la frontera con Perú. Ve cómo una guerra trae cientos de militares que invaden los espacios sagrados y de agricultura. También puede ver a su gente sufriendo porque fueron sacados de su tierra. Esta guerra duró un año: de 1932 a 1933.

Polifonía

Voces y relatos que complementan la temática.

Cauchería y evangelización en la Amazonía

Profundización

Contenido cualificado que amplía la temática.

Historia del caucho y el pueblo Carijona

El jaguar sabe lo que piensa el joven: “Todo empieza desde el Padre Sol… él es el creador de la tierra, el hacedor de las plantas y los animales”. También sabe que durante muchos años a los abuelos de su pueblo les hicieron pensar que el Padre Sol no existía. Fueron grupos de misioneros que recogieron a los huérfanos del caucho y los llevaron a orfanatos, donde les quitaron su lengua y su cultura. También lo hicieron los misioneros protestantes. Una de ellas, Sofía Müller, llegó en 1944 y se asentó en Guainía, Vaupés y Guaviare. Allí prohibió al indígena ser indígena.

Polifonía

Voces y relatos que complementan la temática.

Proceso de evangelización y despojo por parte de Fuerzas Militares

El jaguar reconoce a los hermanos y hermanas que vinieron después desde el Pacífico o Nariño con alabaos, arrullos y belenes o con nuevas formas de trabajar la tierra. El jaguar también llora porque luego llegaron comerciantes y prestamistas que dieron a conocer el endeude a los campesinos.

El jaguar llora. Sabe que esta es una tierra rica. Como lo sabían quienes vinieron en las primeras décadas del siglo XX a extraer petróleo o a imponer la ganadería. Llora porque, a través de vías construidas por el Estado, llegaron dos monstruos extraños: uno, llamado Texas Petroleum Company, en 1941, al Putumayo; el otro, llamado Goodyear, en 1942, al Vaupés. Ambos llenaron el verde de pistas para que pájaros de metal inundaran el cielo y la tierra de Miraflores, Calamar, San José, Pedreda y Mitú

Profundización

Contenido cualificado que amplía la temática.

Saúl Franco habla sobre el problema del Petróleo

El jaguar sigue al joven hasta la Colonia Penal Araracuara, que invadió el territorio sagrado de los pueblos korebajú, murui-muinane, andoque, nonuya, miraña, bora, yucuna, matapí y karijona. Se construyó en 1937 con el propósito de expandir la frontera agrícola. El jaguar lo sigue hasta uno de los campamentos de la Colonia, donde deja su pesca y mira al cielo. No puede ver el azul. El jaguar sí puede ver más allá. Y por eso sabe que la Colonia fue liquidada en 1971.

Profundización

Contenido cualificado que amplía la temática.

Facsimil del mapa de campamentos de la Colonia Penal Araracuara

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  • De región olvidada, la Amazonía pasó a ser objeto de inmigración y colonización. Primero llegaron por la quina, después por el caucho, luego por el petróleo. Los indígenas fueron esclavizados; su cultura, violentada; la selva, deforestada. Ir al capítulo

  • La reforma agraria de los 60 impulsó la llegada a la Amazonía de campesinos sin tierra. El Estado también fomentó megaproyectos petroleros. La presencia militar aumentó. Ello afectó el entorno natural y la cultura de los habitantes originarios. Ir al capítulo

  • El de Chicoral fue un pacto con un impacto nefasto para los campesinos de la región. Los paros y manifestaciones fueron reprimidos bajo el amparo del estado de sitio y del Estatuto de Seguridad. Muchos no vieron otra salida que cultivar coca. Ir al capítulo

  • A comienzos de los 80, guerrilleros y narcotraficantes se extendieron por ríos y selva. Pulularon las bases militares. La población quedó atrapada entre la violencia. Pero en 1988 se abrió una flor: el resguardo indígena Predio Putumayo. Ir al capítulo

  • Durante los 90, campesinos e indígenas sufrieron la embestida de todos los actores del conflicto. Las Farc crecieron con el despeje del Caguán. Empezó a llover glifosato. La comunidad resitió con las marchas cocaleras y creando nuevas asociaciones. Ir al capítulo

  • Al terminar la zona de despeje y llegar la Seguridad Democrática, las FF. AA. arreciaron su acción y debilitaron a las Farc. En medio del fuego, campesinos, afros e indígenas reforzaron su organización, en especial tras la demovilización de las AUC. Ir al capítulo

  • El Acuerdo de Paz con las Farc abrió esperanzas en la Amazonía con iniciativas como los ETCR y los PNIS. Sin embargo, atraídos por el narcotráfico y la minería ilegal, irrumpieron disidencias de las Farc y nuevos grupos paramilitares. Ir al capítulo

  • SIN INTRO Ir al capítulo